lunes, 2 de enero de 2012

Turiaso amargo

Se abre este pueblo ante la noche
y paseo por sus calles como mi laberinto.
Recorrer el humo de la mente aproximarse
hacia mi caos perfecto de precipitaciones.
Llueve. Pero no moja.
Como las lágrimas.

Te reto a estar entornado.
No te atreves a amar a la ausente.

Este pueblo me consume el rostro
y no he de reconocerme en lo que vivo.

Las calles están tan solas como mi amor.
Sé que ayer alguien visitó tu cuerpo
pero los ojos no se han separado.
Podría tocarte muchas veces
cuando partiste no era tarde.
Ahora hay un ruido de hojas secas
chocando con mi dualismo.
De noche, de negro, de sombra.
No has pensado todavía en rescatarte.
Salvar mucho de sí ante el naufragio
como salir por la puerta sin hablar.
El lenguaje se va haciendo a sí mismo.
Dar rienda suelta a tu sexo.
Deseo que se sumerge
los brazos están para remar.
Saca a flote lo que existe.

De este pueblo muerto vives
me pregunto el modo de las cosas sencillas
porque el poema no absorbe,
no deja de dejarse.
Llevar el extremo al centro
y pulverizarse las manos.
Los grandes han hablado.
Aquella voz la dejé atrás.
Las calles de este pueblo me embrutecen
la rabia florece antes del alba.
Quisiera beberme el rocío de tus pies
y no despertar en tus pechos ni en los míos.
Voy comiéndote, yo no amo a nadie
por eso mi lenguaje no tiene destino.
Mi lengua, tu concha
el corazón dolorido.
No hay motivo para esto
el dolor subyace como motor de toda cosa
dime tú si es razonable temer a todo
para que el dolor se vuelva imprescindible.

Qué hago en esta sala.
Qué ha de curarse de mí.
Mejor valoro que mejoro
y dejo en lo oscuro de mí
que mi enfermedad me devore.
No hay mucho que buscar
es un pueblo sin nombre
pero entonces
unas campanas me despiertan
de mi sueño nunca dormido
y he de leer mi poema
y no habré de decirlo.
La catedral estaba ahí
contemplando mi equilibrio.

El pueblo es una ciudad.

Me pierdo en esta sala de médicos
que nunca sabrán nada.
Para ti las pastillas que atontan la locura:
yo la quiero en vena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario