"Te daré lo que pueda. No es mucho. No te amaré: te conozco demasiado."
J.P. Sartre
Dos ojos forzados como la soledad.
Pudiera seguir recogiéndome a mí misma.
Se llenan de agua.
Pareces un nudo atado a una piedra.
tiras de mí
hacia abajo,
por supuesto
es tu recuerdo de lo que nunca has sido
Se esclarecen.
Puedo volver
YO
a mi origen
pero perdería la O por el camino
queda la
Y, Y, Y....
sucesión infinita
así eres.
Vuelven a inundarse de sal.
No has parado ni a comerte a ti misma
pero yo sí tengo hambre.
Es un largo trayecto,
no puedo poder lo que ya hay
no repetiré lo que he hecho
ni empezaré algo nuevo
devastarse poco a poco en las pupilas
como perderse en una habitación pequeña
pequeñísima
como tú
pero ocupas mucho en mi cabeza
me robas el tiempo
Se enjugan.
¿y ahora qué?
No has pensado nada igual que siempre.
Quieres hacer sin deshacer ni atar nada
pero ahorcas con tu cuerda de niña de comba
Se lloran, como si rodasen.
voltear el jugo exprimido
no entiendes todavía, estás tan fuera
envidio los exteriores
son muy abiertos
tienen mucho aire
y mucha luz
pero tú te ahogas
Cesan, están rojos.
no quisiera importunar tu caos
desordenar lo desordenado de ti
tan bien expuesto en tus manos
ah, tus ideas como siempre bailando
a un son demasiado rápido para el mundo
y lento para mí
eres compleja,
y me gusta,
por eso te dejo ir
no me importa
y el esfuerzo es sinsentido
y sin sentirlo
volverás
o lo haré yo
en un camino que diverge siempre hacia el encuentro
nos hemos salido del círculo
formamos una figura amorfa
indescriptible a alguien como yo
Están secos.
me gusta enredar con el silencio
quiero cogerlo todo el tiempo
pero no como aquí
sino en Argentina
ahora empiezas a comprender lo lejos
envidio el interior
es tan oscuro
pero en mí es brillante
Se vuelven hacia sí
Dos ojos forzados como la soledad
Mañana serán ciegos en un mundo de tuertos.
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