La casa habitada que eres me devuelve sus señas del lenguaje,
nada malo parece existir, nada informe cabe.
Solo el murmullo acompasado de los pasos de ti
que se van acercando a mí conforme pasa el tiempo,
¡pasa, a minutos, tan lento!
Quiero darte un beso en los ojos
y que tus párpados estallen,
que se cierren mientras se abre
tu boca devolviendo
un beso a la mía sobre ese beso.
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