martes, 24 de abril de 2012

Ávida reconstrucción de tus bailes azul plata

La decepción es una daga helada que me ha ido atravesando
hasta dejarme sin aliento, sin camino y sin mis manos.
Pero manchados así como están mis dientes
de mi sangre que sabe a poeta errante
quizá podría levantarme de mi propia muerte

y con el corazón embarrado llamar a tu puerta
pedir de rodillas una explicación,

mi sed se va abriendo
mi hambre está comiéndose a sí mismo.

Volver como hace un año a tu juego
envuelto en risas de agua y de placebo
y dejar de pensar por no inmolarse dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario