Base del corazón y del lenguaje
voy cortando la distancia que nos separa
imaginándome tu olor en esta ropa
que anoche abrazabas.
La tierna añoranza de la que se inunda
mi ser cuando te marchas
se extiende por el infinito del mar oscuro
que es la noche sin tu cuerpo en la cama.
Recorrerte mil veces por la espalda con los dedos
y mirarte, y mirarte, y no dejar de hacerlo
memorizar tu aroma, quitarte la ropa
cerrar los ojos cuando suena un beso.
Y todo esto jamás será suficiente:
siempre querré hacerlo de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario