Se cierra la puerta y comienza la angustia.
Se ha vaciado de todo contenido el espacio
de una habitación que se va estrechando
subir por las paredes y arañarse entre las manos.
El silencio llama como revelador de lo imposible
de lo que no se puede digerir sin una copa que se va vaciando
y no podría parar de sentir que la lucha ya no está en el camino
ella ya ha abandonado
pero tus ojos
en un espejo que reluce al brillo de la oscuridad
pero tus ojos
dulces ojos mares en los que no puedes ahogarte
en los que se hace pie
en los que se llena el corazón
no, esa angustia no puede caber en esos ojos
porque cuando se les va la luz
de mi interior se apaga algo un poco
porque cuando se cansan de mirar
los míos no piensan más en despertar.
Y si la luna aparece con su halo fulminante
teñida de rojo y de vino, sellada en lacre
siendo testigo de la soledad que te recoge
piensa que nunca me he ido
piensa que vuelvo a buscarte.
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