viernes, 13 de abril de 2012

Dialéctica

De la mano de la creación reveladora
el cazamariposas se exime de ese luto lingüístico
que llevan consigo los días silenciosos sin descanso.

Alzar la mano a la emboscada tendida a las palabras.

Capturarlas en el seno mismo de la lengua hablada.

No hay misticismos: los versos llaman.

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