miércoles, 25 de abril de 2012

A mi gran pequeña

Pequeña si cierras los ojos
tumbada en la cama sobre mi hombro
y empiezas con tus quejas de sueño
adorables, sin palabras
a pequeños gestos

te vuelves pequeña de repente
cuando se te enrojecen los ojos
y empiezas a entornarlos
y no te dejan verme

se te cierran solos los párpados.

Te vas haciendo pequeña
conforme ves que crece la vida
a cada paso rápido que ejerce el tiempo
y quisieras quedarte así,
hecha un ovillo de hilos enredados
que nada saben, porque es demasiado

enterrar simplemente la cabeza entre los brazos.

No ves que la vida sin ti no sigue,
que el tiempo sin ti no importa,
que el mundo sin ti se desvanece.

En tu sentirte pequeña reside tu grandeza.

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